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Ortodoncia quirúrgica y cirugía ortognática. Parte 2: Exceso mandibular y defecto maxilar, avance maxilar y retroceso mandibular
En este caso hablaremos sobre las deformidades del esqueleto facial que provocan una apariencia de mandíbula prominente o salida, lo que llamamos un perfil de clase III esquelética o prognatismo mandibular. Se caracteriza por la presencia de una mandíbula que sobresale más allá del labio superior, del hueso maxilar, a la inversa de la condición normal donde el hueso maxilar (el superior) debe siempre estar ligeramente por delante de la mandíbula.
Para explicar el tipo de deformidad facial y esquelética de la que estamos hablando, mostramos una serie de retratos de miembros descendientes de una misma familia, la de las Casas de Austria y de Borbón, ya que, este tipo de rasgos o deformidades esqueléticas, presentan un gran componente hereditario. Por esta razón, es importante conocer cómo son los padres y demás familiares de los pacientes que, en edades tempranas, presentan algún atisbo de esta tipología facial, para poder solucionar el problema antes del fin del crecimiento.
En estas pinturas de los miembros de la realeza española podemos apreciar como Carlos V, su bisnieto Felipe IV, y el hijo de éste, Carlos II, presentan este rasgo facial familiar. También vemos a Fernando VII (bisnieto de Felipe V) con un marcado prognatismo mandibular así como un déficit maxilar.
Como ya comentamos en el anterior artículo sobre deformidades esqueléticas, es importante destacar que los dientes se sustentan sobre estos dos huesos, el hueso maxilar y el hueso mandibular o mandíbula. Por esta razón, unos dientes correctamente alineados y bien posicionados, sustentados sobre un hueso con una forma o posición anómala, no podrán nunca encajar correctamente ni ser estéticamente agradables si no se corrigen los huesos.
La deformidad facial-esquelética de clase III de la que estamos hablando, puede deberse a tres causas:
1- Falta de desarrollo del hueso maxilar (superior), maxilar pequeño. En este caso la mandíbula será correcta en tamaño y forma, pero, al existir un hueso superior más pequeño, la apariencia facial y del perfil será la de una mandíbula que sobresale.
2- Prognatismo mandibular, hiperplasia mandibular, mandíbula grande. En este caso, el problema sí que es propiamente de una mandíbula de tamaño desmesurado o demasiado prominente. El perfil y aspecto facial será como el anterior pero un tanto más exagerado. 3- Combinación de un maxilar pequeño + una mandíbula grande. Si cualquiera de estas tres causas es detectada en edades infantiles donde los huesos no se han desarrollado, están inmaduros y son modificables mediante tratamientos de ortopedia dentoesquelética combinada con ortodoncia, será indicado realizar este tipo de tratamiento para corregir el problema. Una vez el hueso haya parado de crecer y el individuo haya alcanzado la edad adulta, la única opción para modificar la proyección del hueso será la cirugía ortognática de avance maxilar, retroceso mandibular o una combinación de ambas.
Gracias a la cirugía ortognática combinada con ortodoncia, podemos corregir este tipo de problemas en los pacientes adultos, restituyendo la función, la estética y la calidad de vida.
El tratamiento empieza colocando aparatos de ortodoncia del tipo brackets (convencionales o linguales) para posicionar perfectamente los dientes durante 6 -10 meses. Con los dientes perfectamente situados programaremos la cirugía con el cirujano maxilofacial, que se realizará en el quirófano y bajo anestesia general en un tiempo de entre 2-3 horas (en la gran mayoría de casos, al día siguiente el paciente ya puede irse a su casa). La operación consiste, en líneas generales, en realizar unos pequeños cortes a cada lado del hueso mandibular para poder retrasar la mandíbula si es necesario (siempre por dentro de la boca, no por fuera de la cara). Del mismo modo se realizan unas incisiones en el hueso maxilar para poder desplazarlo en dirección anterior según la planificación quirúrgica. Después de la cirugía será necesario continuar con el tratamiento de ortodoncia unos 6-10 meses más para terminar de asentar y perfeccionar la oclusión.