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Enfermedad de encías ( periodontitis) y ortodoncia
La enfermedad periodontal o de encías es una infección producida principalmente por el acumulo de placa dental. Estas bacterias localizadas afectan a los tejidos que rodean y soportan los dientes (encía, hueso alveolar, cemento y ligamento periodontal). Existen dos tipos de enfermedad periodontal: gingivitis y periodontitis.
La gingivitis es la infección de la encía, con afectación del tejido conjuntivo y el epitelio, sin pasar la barrera que separa la encía de las restantes estructuras periodontales. Se trata de una lesión reversible.
Cuando dicha barrera se rompe y la inflamación migra hacia zonas mas apicales, produce una lesión irreversible del periodonto. Es lo comúnmente conocido como periodontitis.
El individuo adulto con un periodonto disminuido en altura y con movilidad dental hasta hace poco tiempo constituía una excepción en las consultas de ortodoncia. En numerosas ocasiones el tratamiento ortodoncico de estos pacientes significaba un verdadero desafío ya que, a las dificultades inherentes al caso se añadían la falta de experiencia del ortodoncista y la inseguridad que le producía aplicar fuerzas sobre dientes móviles con un periodonto reducido.
No obstante, las limitaciones funcionales y estéticas que implica la destrucción periodontal y la gran demanda por parte de los pacientes han hecho que el ortodoncista se especialice y sea capaz de solucionar adecuadamente este tipo de situaciones. Por tanto, periodoncia y ortodoncia están totalmente relacionados.
Tal y como hemos comentado al inicio, la enfermedad periodontal está causada por el acumulo de placa. La eliminación de la placa dental se basa en un buen hábito de higiene oral. Ante una situación de maloclusión donde los dientes están apiñados, se dificultará la correcta limpieza tanto con el cepillo como con el hilo dental. Unos dientes alineados facilitarán significativamente el cuidado oral diario y se podrán evitar situaciones de gingivitis o periodontitis
Ante situaciones en los que la periodontitis ya está avanzada y existen pérdidas y movilidad dental, es indispensable la previa valoración por parte de un periodoncista que realice el tratamiento pertinente para eliminar la infección presente y evitar la reinfección.
Cuando existe salud periodontal, el periodonto se adapta a las fuerzas ortodóncicas aplicadas. En cambio, en presencia de periodontitis, el periodonto no consigue adaptarse por lo que el movimiento y el ensanchamiento del ligamento periodontal aumenta indefinidamente.
Por tanto, antes de empezar el tratamiento ortodoncico, el paciente ha de conseguir una salud oral adecuada y, en el caso de los pacientes periodontales, la inflamación y la enfermedad periodontal tienen que ser inactivadas. Es decir, los factores etiológicos de la enfermedad periodontal tales como la placa bacteriana, el cálculo subgingival y el trauma oclusal deben ser eliminados.
Una vez se tenga la situación periodontal estabilizada, se podrá iniciar el tratamiento de ortodoncia en pacientes periodontales. El objetivo no será conseguir una oclusión ideal ya que ha podido haber pérdidas dentarias u otras alteraciones, sino que se basará mayoritariamente en el alineamiento y enderezamiento de las piezas que se hayan volcado debido a la falta de sustento óseo.
Actualmente, el tratamiento ortodóncico no es una contraindicación en pacientes que padezcan enfermedad periodontal avanzada. No obstante, para que tenga éxito es imprescindible que la inflamación esté controlada y que la higiene sea óptima, existiendo una secuencia terapéutica en la que se incluya un tratamiento periodontal previo, se siga por el tratamiento ortodóncico combinado con un mantenimiento periodontal y se termine con un tratamiento de rehabilitación protésica si fuera necesario y una retención.